Nuestra historia comenzó en el estado de Guanajuato en los años 70´s, gracias a la visión de nuestro fundador comenzamos a cultivar vegetales siempre enfocados en la calidad, logrando así un reconocimiento dentro y fuera de México.
Somos una empresa 100% mexicana con amplia experiencia en el cultivo y comercialización de vegetales convencionales y orgánicos, frescos, pre cortados y congelados.
La calidad de nuestros productos es resultado de la pasión y esmero con la que día a día trabajamos en el campo y en la planta de proceso.
Esto nos permite que nuestro programa de rotación de cultivos tenga un mayor impacto en el suelo, manteniéndolo más saludable.
Hectáreas de cultivo
Hectáreas orgánicas certificadas de cultivo abierto
Hectáreas de invernaderos
Campos hasta
metros sobre el nivel del mar
Durante el transporte y distribución de nuestros productos, seguimos manteniendo la calidad e inocuidad que nos distingue.
Nuestras instalaciones de almacenaje, al igual que las unidades de transporte, cuentan con la óptima infraestructura para el control de temperatura, garantizando así las condiciones post-cosecha requeridas para preservar la frescura de los productos MR LUCKY.
Nuestro recurso más valioso es nuestro equipo de colaboradores. Contamos con 6,306 colaboradores directos que trabajan todo el año con pasión y que gracias a ellos logramos controlar todo el proceso desde plantar las semillas hasta comercializar y distribuir nuestra extensa línea de productos.
Desde nuestro inicio hasta la fecha hemos sido testigos de muchos cambios en el campo, el clima, el comercio y el consumo. Pero siempre entendimos que solo la excelencia nos permitiría alcanzar mercados alrededor del mundo y mantenernos en su preferencia.
Nos reconocemos como seres humanos para aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos.
Transmitimos nuestras ideas de forma eficiente, oportuna y con respeto.
Somos conscientes de nuestras acciones y sus consecuencias.
Brindamos respeto íntegro hacia el otro, sus ideas, prácticas o creencias, independiente de que sean diferentes de las nuestras.
Reconocemos que somos merecedores de lo mejor.
Damos a cada quien lo que corresponde buscando el bien propio y el de la sociedad.
Consideramos los riesgos posibles que conllevan nuestras acciones y adecuamos la conducta para no producir prejuicios innecesarios.
Tomamos conciencia de los logros de los demás y se lo hacemos saber.
Damos a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o condiciones.
Colaboramos en grupo aprovechando las capacidades que todos tenemos para lograr un fin común.